Oigo voces por la calle, y no vienen del más allá, tan sólo del más acá, vienen de la manía de algunos de chillar a los cuatro vientos con la esperanza de que les oigan al otro lado del teléfono o bien al otro lado de la mesa.
Cierra los ojos y dime lo que ves cuando sigues andando por las calles, ciérralos y esquiva todo aquello que te encuentras en ese mundo que en ese momento no existe. Es todo ilusión, todo decorado y atrezo.
Idas y vueltas de ella, son pasos y paseos, cortos.
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