Pasado miró a futuro y le regaló instantes, muchos, innumerables, inclasificables; a pesar de su número quedaron almacenados en zonas invisibles. A veces asoman a la superficie, como aquel que empezó tras abrir una puerta, aunque realmente comenzó antes, con un deseo, con un pasillo, con un andar vacilante, un día, no cualquiera, cerca del Carnaval, no es disfraz, te veo entrar, ahora ya la puerta abierta, es camisa o pijama o algo de rayas, verticales, pareces presa siendo libre, y lloras y ríes al mismo tiempo.
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Hace 1 mes
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