Y él, que sigue corriendo. Aún inmortalizado galopa y cada amanecer repite y persigue su sueño de no tener barreras. Yo creo que intuye las miradas que se mueven para seguir su camino, y se muestra altanero y orgulloso. Creo encontrarle, para cruzarnos y mirarnos como dos desconocidos. Anticipa las tormentas antes de que todo se oscurezca, se recoge y busca la hierba, barruntando, esperando que mañana la pradera no tenga fin.
Más Lisboa y alrededores
-
LUGARES QUE HEMOS DESCUBIERTO
*QUÉ COMER*
Lisboa está llena de lugares donde tomar un café y degustar uno de sus
dulces, por ejemplo en *A Padaria Port...
Hace 1 mes
No hay comentarios:
Publicar un comentario