ramaje

No, no estamos ya en el mes de San José, como tú lo llamas. No sé cómo nombrarás a este en el que nos encontramos, si es que le has puesto un distintivo. No me llega ese rumor que mecido por el viento me traiga el eco de tu voz, para contarme algo, sin querer. Porque muchas cosas me las dices sin darte cuenta. Yo sólo escucho. Al igual que escucho a los pájaros cantar sin verlos, porque están confundidos con el ramaje, igual que no veo a los peces que seguro están ahí debajo, pero es que se confunden con las aguas, sus pieles ya tomaron el color del fondo y de lo oscuro. Y mientras pasa todo esto, mientras sigo andando, vuelvo a sentir que mi respiración se para, vuelve y no me asusto.