Acordarse de mí, no se van a acordar. Lo dice ella entre vaivenes y lamentaciones mientras yo dejo un cuadrado para que lo moje la lluvia, mientras yo veo una curva que sé que va a bajar después de viajar en el tiempo. Quizás sean las telarañas de su mirada que ya no recuerdan esa persiana de la que yo guardo olor, ruido y calor.
sábado, 14 de noviembre de 2020
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