No hay nada como la mirada, insistente, tenaz. Mirar, mirar y siempre mirar. Para no perdernos nada, para verlo todo, para abarcarlo todo aunque sea imposible. Y luego andar, gritar, pedir ayuda, y luego reposar, y luego tomar ese puñado de arena y no apresarlo, sólo sostenerlo, observarlo, parte de mí. Y después elevo los ojos para seguir la estela del sol, que me hace y pone sombras. Entra por una ventana que tiene persiana. Y va bajando aunque no se va, nunca lo hace, y mejor que no lo haga.
Más Lisboa y alrededores
-
LUGARES QUE HEMOS DESCUBIERTO
*QUÉ COMER*
Lisboa está llena de lugares donde tomar un café y degustar uno de sus
dulces, por ejemplo en *A Padaria Port...
Hace 5 semanas
No hay comentarios:
Publicar un comentario