Hay pocas cosas más
hermosas que una tormenta. Se me olvidará hasta que llegue la siguiente. Entre medias
veré como los seres humanos siguen pidiendo ayuda desesperadamente, de tanto
estirar los brazos, implorando, ya se salen de la hoja. Ciudadanos olvidados,
abandonados, los hay por todo el planeta. ¿Serán estos los abstencionistas? Mientras,
hay mundo feliz en Galicia y Euskadi, ¿Dónde quedó el espíritu crítico? Los mismos
de siempre, literal, que cuentan con los dedos el número de legislaturas. Todo mientras
se suceden los rebrotes, sí, palabra de verano. Y parece que no hemos aprendido
mucho, no sé si alguien lo dudaba. Tiempo de refugiarme o de confinarme por el
calor, de leer cosas nuevas y de esperar a que vuelvan los truenos.
domingo, 19 de julio de 2020
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