Un año más tarde publica
el autor la segunda parte. El relator, Iñigo Balboa, protagonista; cae en las
garras de la Inquisición. Salvado en el último momento por un Quevedo que
galopa. Sigue la pelea, la intriga, el engaño, mientras a alguno de los malos
se le perdona la vida. Ya tenemos resurrección en puertas.
Limpieza de sangre. Arturo
Pérez-Reverte. 1997
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