viernes, 7 de julio de 2017

puertas



Hay puertas de esas que si llamas a la aldaba, si la golpeas, nadie vendrá, ni a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera. Nadie correrá el visillo que no existe en la ventana anexa ni asomará su cabeza. La puerta como premisa de algo grande dentro, la imaginación vuela a un escenario cerrado, que esconde ecos de voces apagadas. Hay otras que se cruzaron mil veces, también, que guardaban posesiones o simplemente ponían límites. Hoy el límite es el cielo, imperfecta, huérfana de su otra hoja, nadie la empuja, nadie la mueve, un día alguien la derribará, nadie se aferra a ella, cansado, esperando le abran, o impaciente, haciendo tiempo para que salga su amada. Dentro las plantas, a su aire, las flores. Las puertas, que cierran o abren mundos, pero que siempre despiertan palabras.

No hay comentarios: