sábado, 9 de abril de 2016

una puerta

La actitud corporal denota todo a veces. El personaje parece resignarse mientras evoca un pensamiento que mas bien parece una queja. Lo esperaba todo y no tengo nada. Las puertas se abren a un espacio negro. La realidad es que esas puertas cierran el acceso a un edificio, como tantos en Lisboa, abandonado, y a la espera de tiempos mejores. La única esperanza la pone un color, el azul, que podría haberse prolongado hacia el fondo. Nunca veremos la cara del protagonista pero siempre podemos imaginarla.

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