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una puerta
La actitud
corporal denota todo a veces. El personaje parece resignarse mientras evoca un
pensamiento que mas bien parece una queja. Lo esperaba todo y no tengo nada.
Las puertas se abren a un espacio negro. La realidad es que esas puertas
cierran el acceso a un edificio, como tantos en Lisboa, abandonado, y a la
espera de tiempos mejores. La única esperanza la pone un color, el azul, que
podría haberse prolongado hacia el fondo. Nunca veremos la cara del
protagonista pero siempre podemos imaginarla.
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