domingo, 29 de marzo de 2015

sábado de primavera



Dice la Iglesia que se denomina oficialmente sábado de pasión, previo al domingo de Ramos. Comienzos de primavera. Comida en el Curry Masala, calle Silva en Madrid. Aledaños de Gran Vía. Justo enfrente de donde vivía y falleció Estrellita Castro. Es de imaginar una calle estrecha rebosante de silencio que respeta la salida de un ataúd. Hoy un personal muy amable atiende y sirve comida diferente en un local estrecho y de decoración extraña. Las especias de la India se mezclan y generan aromas y colores diferentes. La comida se hace infantil por un momento y los picantes, a voluntad, aparecen o desaparecen. Bueno y agradable. La gente toma las calles. Es primavera. El comienzo. De escondidos a vivos. De casa a terrazas. Palmas bendecidas o no a la entrada de la Real Iglesia de San Ginés de Madrid. Calle Arenal. Recuerdos de infancia asociados a esas palmas, amarillas y ondulantes. “Domingo de Ramos, quién no estrena nada no tiene manos”.  En el interior se celebra misa que no vacía asientos a su finalización para el concierto de órgano. Interpretado por León Berben. Dedicado al quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa. Música potente, sonora. Silencio. En un concierto de este tipo el público mira al frente, o a las capillas, cierra los ojos, la música llega del cielo. Otros visitan capillas, rezan, andan, exploran. Y algún niño que no llora, con chupete, inquieto, toca sus pies y sigue chupando. Se visita una capilla de la que no veo el centro. Solo un niño rizado compungido. Atisbo un pie. Los fieles se detienen. Y también se toca  el pequeño cristal que protege una imagen pequeña del Niño Jesús de Praga. Otros leen, “Mi pie izquierdo”. Aplausos tras la segunda obra. Silencio en el resto. Imagino escorzos de manos sobre teclas y pies alocados pedaleando para llenar espacios de sonido. Bonito el “Romance para quién crié yo cabellos”, de Antonio de Cabezón, músico del XVI, al servicio de los reyes. Hermoso título. Se aplaude la penúltima pieza. Se ataca el final, con fuerza. Anónima. Papeles sin firma. Saluda el músico, desde la altura. La capilla tan buscada alberga a Nuestra Señora de las Angustias que sostiene a su hijo a modo de Piedad y al Cristo de la salud, talla italiana del XVII que muestra a Cristo caído con la cruz a cuestas. Salimos a unas calles repletas que atestan terrazas. Camino del Domingo de Ramos.

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