miércoles, 2 de mayo de 2012

realidades

A lomos de una melodía inolvidable cabalga “Desayuno con diamantes”. Moon River tocada a la guitarra desde el quicio de una ventana suena a melancolía pura y a recuerdo de un tiempo lejano. Magistral Audrey Hepburn  a lo largo del film, 44 años separan esas escenas de otras. Otros días vendrán es un poema de Pablo Neruda, pleno de esperanza. La misma a la que se aferran los protagonistas de la película española del mismo nombre. En pocas horas veo ambas y el clásico de Blake Edwards no ha envejecido, mientras que la película de Eduard Cortés todavía es joven, año 2005. Plenas de actualidad, ambas, la lucha por sobrevivir fuera de la normalidad, cuando la vida se acuerda de que la realidad, la más cruda, llevaba tiempo sin aparecer, y se empeña en recordar soledades a los protagonistas. Magnífica resolución en la segunda, alguien se merecía una segunda oportunidad, e inolvidable el aguacero que en NY confunde las lágrimas de Audrey con las gotas de lluvia.  

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