jueves, 28 de marzo de 2024

almas

Almas en pena vagando por pasillos y tiendas de precios de otro mundo, almas en pena que miran sus pantallas o las otras ansiando noticias de adelanto que nunca llegan, solo llegan los retrasos que acumulan minutos poco a poco, minutos que llegan a convertirse en mas que minutos. El verano llegó al aeropuerto, se les olvidó acondicionar el aire en la dirección opuesta, se les olvidó ofrecer un mejor servicio. Y yo con la pantalla ante la ausencia de papel blanco donde volcar algo, donde ocupar todos mis dedos y no sólo el índice, el resto agazapados, y luego observar lo que sucede, las conversaciones a voces, los susurros, los besos, el deseo, lo otro, la tos, el ruido o murmullo que todo lo envuelve, todo lo que ocurre entre las infinitas paredes que no acaban nunca. Olvidé los ojos rojos, el sueño, la risa, el miedo, la espera, el tacto que juega esperando la soledad y la oscuridad, no olvidé el no miedo, no olvidé la costumbre de pensar, de hablar al otro lado, en la distancia. Y luego ojos que se cierran y oídos que también se cierran, y pestañas largas y brazos cruzados y quizás sueños que vienen por el aire sin color, son blancos y negros con infinitos grises.

miércoles, 20 de marzo de 2024

vera

Novela de dos piezas, ambientadas en Vera y alrededores. En la primera, corre la Primera Guerra Mundial, uno de los muchos hijos de la familia, Gastón Larreche, es contrabandista. Historias de la frontera con desertores, gendarmes y carabineros.
En la segunda, Justicias y ladrones, nos encontramos en 1924 y un hermano de Gastón, Manish, se encuadra en el grupo de aventureros, sindicalistas y revolucionarios anarquistas que quieren pasar la frontera para derrocar la dictadura de Primo de Rivera (hechos reales). No pasarán de Vera, unos muertos, otros detenidos, otros huidos o escondidos, habrá juicio, sentencia y entre todo eso un doctor de Pamplona que mira las cosas con otros ojos.

La familia de Errotacho. Pío Baroja. 1931

exopto

Aprender palabras a la vez que se olvidan otras. No me pasa con anhelar, no la olvidé, viene de anhelare, de respirar fuertemente, de no caber en la espera, anhelar un pedacito de algo, de cielo, de tierra o de piel, o de lluvia, o de nieve, hasta de ternura. Otros hablan de bozeto de exopto, un boceto que tomó una z y dibujó un anhelo, el de un viticultor que utiliza viñas viejas pero productivas. El nombre es precioso, el vino rojo. Alguien ha muchos años deseaba fuertemente, esperaba con mucha ilusión y a eso en esa lengua de entonces le llamaban exopto. Un verbo que traduce espera y esperanza ardiente.

conspirador

Aviraneta era tío segundo de la madre de Baroja e inicia el escritor su investigación sobre él en 1911, toda su vida de hechos e indicios condensada, vida de batallas, intrigas, idas y venidas por la España que se desangra o por el nuevo mundo, ahí está su participación en el intento de reconquistar México, es Aviraneta conspirador, soldado, al frente o a la sombra, nació y murió en Madrid, de familia vasca, en el norte pasa parte de su infancia. Preso multitud de veces, escapado o liberado todas, se casa a los 59 años tras escuchar a una cantante de ópera ser vilipendiada por el público y muere a los 79 tras una azarosa vida que Baroja intenta plasmar. Aventuras y más aventuras.
Aviraneta, o la vida de un conspirador. Pío Baroja. 1931

fenómenos

Hay fenómenos de la naturaleza que quedan en vitrinas o en papeles pintados, no los enseñaré ni describiré, puede que sean fruto de la imaginación de alguien, puede que sean deidades antiguas, invocadas por algo, o puede que solo sean pedacitos de arcilla o trazos inseguros o firmes. La naturaleza no descansa en forma de otros fenómenos, grandiosos, que se desatan para dejar los montes blancos y a las personas desvalidas. Es como si se insertara la noche en el día para luego dejar una claridad silenciosa y pacífica.
Siento sana envidia por lo que les llega a los que terminan su vida laboral, un paso más hacia la tranquilidad. Ocurre, ocurrió en esa anomalía de final de febrero que hace que el año que viene ese día no exista, mí entendimiento se queda parado, como también quedé parado y tumbado allá donde los campos magnéticos hacen algo de manera invisible, la naturaleza también está llena de estos y los atravesamos y nos atraviesan alterando nuestra física y nuestra química.

sábado, 9 de marzo de 2024

cuentos

Libro para leer poco a poco, construido con otras palabras y con una forma diferente de juntarlas, hay riqueza y variedad, a veces el diccionario ayuda, otras me dejo llevar por la musicalidad intuyendo significados. Los comienzos de algunos cuentos tienen descripciones que se antojan rebuscadas, grandilocuentes, son esos cielos o esos aires o esas torres de iglesia a las que uno se acostumbra, todo antes de pasar al nudo, todo antes de llegar al desenlace, si es que lo hay, porque no está de más dejar inacabado lo que pudiera seguir. 
Los cuentos de Aldecoa reflejan la España de posguerra, en unos la Castilla de pueblos pobres, en otros el norte rural o marinero, el mundo de lo artistas de la farándula o de los feriantes, la churrería de madrugada que se llena de personajes, y por más escenarios los bares, tabernas y cafés de limpiabotas e infinidad de gentes que se encuentran al abrigo de un café y una copa. Hay ciudades pequeñas, aburridas, y el Madrid que crece descontrolado. Están los caminos que salen o llegan a los pueblos y el mar infinito, cada uno con su horizonte allá lejos. Hay pequeños, ya desheredados, hay gitanos y los de la calle. Y mucha resignación, oscuridad y tristeza, también humor, también lo cotidiano, hasta lo anónimo y lo anodino y lo normal.
Y ahora diré que hay cuentos leves como Dos corazones y una sombra, que dejan un pozo de tristeza y un escalofrío, o un cuento de boxeadores, Young Sanchez, donde aparece la Venencia, o el oscuro y real Para los restos, o el desolador Muy de mañana, u otros relatos que se quedan en esta lista por algo, como Un artista llamado Faisán, o la Crónica de los novios del ferial, o La fantasma de Treviño. Y para finalizar, y antes de llevar el tomo a la estantería recordaré, y algún día volveré para leerlo de nuevo, el triste, redondo y antológico cuento titulado Aunque no haya visto el sol.
Cuentos completos. 1949-69. Ignacio Aldecoa.

gasolinera

Qué vacía está la gasolinera abandonada llena de huecos sin llenar y con paredes pintadas y sin luz. Los colores vivos se opacan al llegar la noche y los chalecos que eran amarillos unos minutos antes al sol se vuelven oscuros, los guardias civiles están simplemente, sin intervenir, no se sabe si hay orden público esta tarde, nadie lo sabe, los conductores parados o buscando alternativas, los chalecos se aplauden entre ellos y ondean sus banderas españolas, los tractores son enormes. Qué oscuro se hizo el día, qué rápido pasan los kilómetros. Ya no veo gasolineras abandonadas.

reencuentro

Novela corta que plasma la amistad, también corta, entre dos muchachos alemanes de 16 años. Corre el año 1932 y en pocos meses todo va a cambiar, llega el odio y el desprecio. A veces lo bueno si breve dos veces bueno.

Reencuentro. Fred Uhlman.1971

asoma

Asoma un pie por la puerta, llega antes que yo, será que estoy cansado y necesito apoyarme en algo, por eso repito días que englobo en redondeles, que no círculos. Y luego sopla el viento que todo lo agita y que pasa la hoja y alguien aparece detrás, ya lleva ahí ya un tiempo, lo pinté en el pasado año, se quedó azul a la espera. También leo a Jovellanos que sorprende diciendo que amaneció Gertrudis con histérico y eso les impidió emprender el viaje como esperaban, Gertrudis sin silencios imagino, ella gritando o suspirando sin saber el por qué. Y siendo parte del día de hoy, sigo quitando lastre para llegar a esa desnudez ligera de equipaje que se avecina, desnudez que ya siente el pie que se adelanta.

jueves, 7 de marzo de 2024

intermedios

Un poco de todo, como en botica, todo empieza con un relato de una Nochebuena de antes por las calles de Madrid, triste, se llama Allegro final. Sigue con una bonita novela film, titulada El poeta y la princesa. Y ya vienen los ensayos. Siluetas de bohemios, o semblanzas y retratos breves de amigos y conocidos, llenos de hechos y de humor. Por cierto precioso el de Don Salvador. Hay Historias de anarquistas, Manías de los bibliófilos, y una galería inacabable de personajes en El placer de ser mago, Siluetas de intrigantes, de místicos, y de impostores. Hay un corto ensayo sobre la canción plebeya y anónima en La canción callejera. Le siguen Los profesores españoles, Recuerdos de un médico de pueblo, Chiflados de aldea, Olentzero, La política deshumanizada, en el que se ataca el histrionismo y la teatralidad de los parlamentarios, El comunismo a la moda, El sentimiento monárquico de España, y para terminar Alrededor de la literatura y de la vida, que incluye la lista de libros que habría que leer. 

Intermedios. Pío Baroja. 1931

domingo, 3 de marzo de 2024

sueño

No quiero leer sobre lo que puede que sueñe, quiero imaginarlo, tan sólo eso, quiero pensar que si no es por el cielo lo es por la tierra, por el azul o por el ocre, será una búsqueda terrenal o no, sentirá el aire o algo que se queda entre los dedos, la nada o todo. 

viernes, 1 de marzo de 2024

guerra

Todo comienza con las Crónicas de la Guerra Civil, 1936-39, publicadas en medios franceses, ingleses e hispanoamericanos. El ocho de agosto del 36 escribe un pronóstico que no se cumplió. Hay un deseo que no se realizará, el de un país liberal republicano, democrático y parlamentario sostenido por una fuerza proletaria. Crítico con el levantamiento, les trata de asesinos y estúpidos, de traidores, criminales y malas bestias; poco a poco sus crónicas se alejan de los deseos y pronósticos y van plasmando la realidad, crítico también con la intervención extranjera y preocupado por el futuro.
Le siguen las Crónicas de la posguerra civil, 1939. Tristes, ahonda en la explotación del vencido por parte del vencedor.

Desde Paris y ya exiliado escribe las Crónicas del la dróle de guerre (1939-40). De cómo Francia se moviliza y se prepara, de cómo se vive en la calle y se alteran las costumbres.

Todo cambia en la Agonía de Francia, 1941, que escribe desde su nuevo exilio de Londres. Terrible análisis de la caída de Francia con la indiferencia inhumana de las masas ante los hechos y ante la rendición. Traza un país descompuesto y derrotista con un ejercito ineficaz, habla de la mentira del heroísmo universal, del egoísmo de los ciudadanos, “pacifistas hasta el absurdo”, de la anglofobia como denominador común de dos sectores (comunistas y nacionalistas) que no creen en el capitalismo ni en la democracia respectivamente y que no quieren hacer la guerra, antes la esclavitud que la guerra.
Termina el volumen con las Crónicas del tiempo de la segunda guerra mundial, 1939-44. En contraposición a la tragedia del pueblo francés loa y alaba el espíritu de sacrificio y de lucha del pueblo inglés, siendo testigo a pie de calle y de fábrica. Allí se acabará todo sin ver siquiera el desembarco de Normandía, muere en Mayo de 1944.
Así termina la obra del hombre que andaba y contaba lo que veía.
Quinto volumen de la obra completa de Manuel Chaves Nogales. 1936-1944

domingo, 18 de febrero de 2024

cebolla

Capas de cebolla, que no lloro aunque estén cerca de mi boli que las pinta, caras que no conozco, antaño, me dan miedo, ¿lloré?, que no vengas, para qué, y ella que no me ve, ni a la lágrima furtiva. Ocurre en el día seis al que le sigue el siete en el que no descanso, tampoco he creado el mundo. Ahora que ella me ve, recién peinada, ya no hay congoja, ni mía ni suya, luego lo de siempre, nada nuevo bajo el sol, la cama atada al somier, disgusto, uno más, el tiempo nada cura, el tiempo quita tiempo, heridas sin restañar, sangran, lástima que las palabras no curen.

sábado, 17 de febrero de 2024

acomodador

Quizás llevara 25 años en la estantería, esperando. Sorprendente el primer relato, El acomodador, y así sigue el volumen, deparando alegrías aquí y allá. Apacienta mis ovejas es otro relato que impacta por su crudeza. No hay corrección, es realidad en estado puro.
Leo una entrevista a este periodista que escribe diariamente en el periódico balear Última Hora, que ha escrito obras tan cortas como la que tengo entre manos y ninguna novela y pienso que es una lástima que no haya seguido más por esta línea de crear ficción.

Con esta recopilación obtuvo el segundo premio en el certamen de 1997.


Noche de relatos. Premios NH. Enrique Lázaro. El acomodador. 1998

sábado, 10 de febrero de 2024

carnaval

Y yo que hasta ayer nunca me disfracé, hoy tampoco, vivo el carnaval con la indiferencia que da llevar un paquete de pavo en el bolsillo, el que va a sustituir al caducado que perdura en la nevera, sin abrir, a saber cuando llegó. Veo los preparativos, las carrozas, los niños y niñas con sus padres, unos ilusionados, otros menos. Entro a un bazar chino, él bebe algo de una taza enorme con tapa, el idioma es ininteligible, su castellano a veces también. Me gustaría ver la película Chinas, habla de trastiendas y de adopciones, nunca está de mal conocer como viven los semejantes aunque sea a través de una ficción que iguala realidades tantas veces. Todo para entenderlos. Más ficción es este disfraz, o aquel, o aquellos, o los de más allá, también parece ficción que un público jalee y aplauda a una narcolancha que embiste a la guardia civil, allá donde tanto gustan de chirigotas, asesinando a dos de ellos. No es una película ni una serie. Gastar neuronas en entender la barbarie, no, soy mayor ya y tengo que cenar un sándwich, o dos.