Hay cielos que tapan los primeros cielos, cielos de otro color, diferente al azul o al gris o al blanco. Cielo con nombre sencillo, de doble sílaba idéntica, que protege al bebé que no abre los ojos, recogido contra su pecho; que ya habrá tiempo de ver los otros, de párpados que sin querer se despegan para cegarse por un primer o un quinto cielo en esa calle de Padre Romano, en la que viven y sueñan, ver sin ver que busca con inocente llanto el cielo en tierra.
domingo, 31 de diciembre de 2023
fanatismo
Dos conferencias impartidas en Enero de 2001 mas otra de Enero de 2002. Valiente la palabra escrita que habla del conflicto entre Israel y Palestina. Aporta información y posibles aproximaciones a una solución, aporta realidad vivida, aporta su experiencia. Es imprescindible leerlo, seria imprescindible escucharle ahora que ya no está, cuando el conflicto toma aire y escala en su crudeza.
Contra el fanatismo. Amos Oz. 2002
cortos
Más relatos cortos, amenos y elaborados. Me gusta lo que cuenta Luis Miguel Fuentes en “el peso de los años”.
Noche de relatos. Premios 1998
perspectiva
Una luz de pesebre ilumina el tronco pelado a una altura que yo no podría alcanzar desde el suelo pero a la que sobrepasó con creces desde mi ventana, todo cambia según la perspectiva. Eso ocurre en la semana donde parece que todo se resume, se balancea y se recuerda. Habrá para todos los gustos según la mirada que se apropió de los momentos.
jueves, 28 de diciembre de 2023
valle
Con granjeros rodeados de naturaleza descrita con detalle teje el autor un libro precioso. Relatos que pintan flores, árboles, animales y arroyos, con parejas que viven o con niños que crecieron rápidamente. Parecen historias para mayores, tales como el sorprendente The harness o el inquietante The vigilante. Otras parecen escritas para los jóvenes que se inician en la lectura, como los cuatro relatos que cierran el volumen y donde el niño protagonista Jody descubre la vida. Recomendable y mucho.
The long valley. John Steinbeck. 1938
garabato
Igual que a veces me acuerdo de algo de lo que no quiero acordarme otras me veo pegando patadas a un globo rosa para que no toque el suelo.
lunes, 25 de diciembre de 2023
agua
Mujer entregada y luchadora, no correspondida. La soledad que destruye lo que pudo ser y no fue. Novela de emigración y de nuevo mundo.
La mujer de agua. Carmen Rigalt. 2000
mañana
El agua que cristaliza, todo lo hace, un hielo en lunas y en hojas caídas, las calles vacías, un silencio con oscuridad, si los coches callaran sólo se oirían mis pisadas o esa conversación con el que lleva las porras, o la que llevo conmigo mismo sin hablar. Pisadas que alguien puede oír en sueños o entre embates de amor en mañana de Navidad, como pueden oír a los que vuelven, agarrados por la cintura o por el hombro, susurrando o recordando o adivinando futuros, se eleva el tono en las conversaciones de aquellos a los que confundió el alcohol, que la calle se les mueve aunque no tiemble la tierra, Dios nos libre, yo sé que voy y vuelvo como el cielo rojo que no es fuego, que es sol amaneciendo como si hubiera dormido y es que ahora recuerdo que el sol llega siempre por el este.
sábado, 23 de diciembre de 2023
navidad
Pasó el miedo que era más que miedo tras perderme en las calles sin ser un niño, me encontraron las estrellas al encenderse, a mí, con los ojos cerrados. Abrirlos y verlas, a las estrellas de siempre, dicen que son de la navidad, minúscula letra, grandiosa luz, y luego dos pasos que se convirtieron en cuatro y así hasta miles de ellos que aún sin rumbo me enseñaron las calles y a los que en ellas habitan, los que me hablaron y me sonrieron, y hasta estreché manos y bailé en la sombra bajo los árboles. Luego, al pasar por la puerta del sol se encendió la luna y la gente gritaba, admirada, y yo cerraba los ojos y los volvía a abrir para creer en algo.
lunes, 18 de diciembre de 2023
color
domingo, 17 de diciembre de 2023
forever
Noventa minutos dan para resumir vidas, eso hace Forever, historia contada en el teatro, sin palabras, muda, con música que acompaña, el escenario que da vueltas, será que la vida se marea, concisa, precisa, con máscaras que nacieron tristes a pesar de la esperanza y que siempre interrogan al espectador, que hasta desatan la sonrisa, que luego tirarán un árbol de navidad para que llegue la tristeza o la desolación.
Y luego veo soledad en los bares, el perro y su amo, o el señor acodado en la barra apurando un sábado, este sábado.
Si miro hacia las ventanas veo muchas luces, muchos no salieron y caminan pasillo abajo.
ida
Una calle, una escalera y un descansillo sirven de escenario a una pareja que protagoniza un primer capítulo precioso, “a veces algo que pasaba se llevaba la mirada de uno cuando el otro iba a buscarla”.
Tras esa narración íntima voy perdiendo el hilo en los dos siguientes capítulos y acabo perdido en un texto que se vuelve demasiado complejo y difícil de seguir.
Estación. Ida y vuelta. Rosa Chacel. 1930
domingo, 10 de diciembre de 2023
transición
Ayer la calle oscureció antes a pesar de las sonrisas de algunas personas. Hoy la calle que llevo se revuelve y retuerce y a pesar de eso mirando hacia arriba aún veo luz que se filtra por resquicios y que cabalga por encima de las sombras. Luz que nunca se apagará aunque llegue la noche porque hay una farola o ese alguien que no duerme ni baja la persiana y comparte su encendida quietud conmigo.
Viene el sueño que puede ser poco y mal o mucho y bien aunque podría ser lo opuesto y me acuesto con miedos que son atávicos, no adquiridos, y no corro riesgos y esperaré a que llegue el arrepentimiento que siempre asoma.
Será dentro del sueño donde veo cuerpos inconclusos o que perdieron la consistencia, pero no son reales.
Al despertar inicio página por donde asoman dos dedos que no son míos, parecen vendados pero están dibujados al natural, parecen querer evitar que se cierre la puerta. No es miedo al vacío, me gusta llenar páginas.
Paso el día andando y a lo lejos veo nada más que un atardecer que anochece, rojos rastros que no sé si son de ayer o del hoy que acaba bajo una lluvia loca.
El nuevo día me recuerda que había una vez una isla en el mar y un perro empapado de agua y arena, y me asoma la pregunta de ayer, ¿qué hacían las nubes suspendidas, por qué no caían?, hoy acabé envuelto en ellas.
viernes, 8 de diciembre de 2023
pilotos
Las aventuras de Ignacio Embil y José Chimista, vascos, marineros primero y pilotos después en la primera mitad del XIX, que se llenan de viajes por mares que llevan a Cuba o a la costa norteamericana, que surcan múltiples veces el Atlántico con mercancías de todo tipo hasta dedicarse por completo a pilotar barcos negreros que llenan en la costa africana y que difícilmente llegan a destino, los barcos ingleses al acecho lo impiden, y vuelta a empezar. Todo por conseguir una fortuna. En esas aventuras está todo lo que la imaginación pueda extraer de una noche de tormenta que desarbola barcos y aterroriza a la tripulación. Pienso que Baroja escribía para que le leyeran los niños que soñaban con navegar los mares.
Los pilotos de altura. Pío Baroja. 1929
domingo, 3 de diciembre de 2023
recuerdo
Sólo han pasado unas horas y vuelvo a misa. Ayer porque falleció la madre de un amigo que habló emotivamente en un precioso discurso lleno de referencias a ella. Hoy porque mis dos sílabas quieren ir y ya levantó la mañana y luce el sol y le cuesta levantarse y se queda sentada aunque luego quiera ir a comulgar de mi brazo. Ayer sonó un órgano, vibrante, potente, no tanto como las campanas que suenan luego y que quieren despertar a todos, hoy con un coro pequeño que eleva el espíritu, el mío un poco, no sé si el de el resto de los asistentes, la mayoría ancianos que llevan ayudas de todo tipo y tosen y vuelven a toser. Me sorprende ver a un seminarista de 53 años que enseguida se ordenará, con barba blanca, su voz me resulta familiar, y de repente me acuerdo de Raul Cimas que hasta físicamente le da un aire. Parece mentira, podría ser una broma pero no lo es. Y luego cita la palabra recordar y le da su significado, algo vuelve a pasar por el corazón. Y ese recuerdo se puede ir o quedarse para siempre.
jueves, 30 de noviembre de 2023
jardín
De esos libros donde cabe de todo y donde la vida de la protagonista parece dar bandazos acosada por las desgracias y bendecida por el amor. Todo a su tiempo, mujer sevillana que más allá del jardín no acabó de salir, de vida convencional y rutinaria hasta que todo se agita y se rompe porque cumple años, porque llega la madurez y la transición, y además de eso vienen los cambios, no buscados, y las circunstancias que quitan y ponen, para llegar finalmente a donde nunca hubiera imaginado.
Más allá del jardín. Antonio Gala. 1995
sábado, 25 de noviembre de 2023
laberinto
No sé cuando me metí dentro de este laberinto de difícil salida, si en la noche a media tarde o antes de que apretaran el botón de encendido de las luces que rompieron la oscuridad y alguien gritara feliz navidad a falta de más de treinta días, estamos locos, y me dejara sordo ese grito y también el estruendo de las masas consumidoras que compran para usar y tirar y para sumar basura a un mundo ya de por sí desbordado. Ahora que a media tarde las noches llegan de golpe también llegan los miedos y los misterios, y aparecen las sombras en calles tan oscuras que viene un escalofrío antes de encontrar las luces de los locales donde se come y se bebe, aislados de todo. Siempre hay mañanas después de las noches en las que un gato reposa o un perro ladra o aúlla o mira, ser sordo me impide saber si emite sonidos aunque mueva el cuello o lo estire o abra los ojos para decirme algo. Es entonces cuando sobre el papel acorto el cuello para que las palabras quepan y hago locuras de ida y vuelta intentando salir del laberinto con un hilo de color naranja, y es que nadie me explicó cómo.
lugar
Ella y su padre, él visto por la memoria de la hija. Y la escritora duda sobre la forma de plasmar esa vida para decir finalmente…
“Escribir de una forma llana es lo que me resulta natural”.
Y así crea un libro preciso con la emoción que trae el recuerdo de encuentros y desencuentros.
El lugar. Annie Ernaux. 1983
martes, 21 de noviembre de 2023
conversaciones
Hay conversaciones que acaban en congoja, otras acaban en tablas y es que el peluquero no entiende el castellano así que hace su trabajo en silencio, nació en Casablanca. Otras parecen de otro mundo y es que hay muchos mundos que conocemos a medias aunque allí habiten personas que parecen como nosotros. Las hay sobre visitas al cementerio donde las flores ya se habrán marchitado y los buñuelos y muchos huesos se habrán digerido. Hay más, charlas que se quiere llevar el viento que no acierta a llevarse sólo lo malo y a los malos, hay más palabras con alguien que siempre vendió zapatos, emigrantes que puede que recuerden también la mano que pintaba las paredes o los papeles y el puente que cruzaban. Los árboles también hablan a su modo y los que tienen que pintar de otoño lo hacen. La doctora habla sobre transiciones y cristalinos, es por la tarde antes de que llegue la noche donde un imbécil habla solo, y chilla cuando está solo. Tiene el germen de la locura dentro.
Irlanda
Primera novela de la autora, empieza bien, jóvenes de vacaciones, una pérdida, el verano, los sentimientos, pero a medida que transcurren las páginas la historia se llena de otras cosas que le quitan atractivo y que la llevan a una deriva no esperada.
Irlanda. Espido Freire.1998
viernes, 17 de noviembre de 2023
noche
El sonido de la radio que hace ruido me llega por teléfono en el día después de la noche que atrasó los relojes.
Son colores en las piernas, de tono oscuro a tono más oscuro.
Y palabras que cambian del olvido al recuerdo.
Ella me llama en la madrugada de la ciudad del norte. Estoy en la calle oscura.
viernes, 3 de noviembre de 2023
preguntad
Quizás la solución esté en apagar la tele y el router y sentarse sin orejeras ni cascos a ver, sí, a ver, y de paso a escuchar como llegan las olas, libres de engaño.
jueves, 2 de noviembre de 2023
tierra
Pueblos con campos de olivos y vides, pequeños, escasos los árboles y las personas en esta despoblación que añora el agua. Nos alejamos del mar y esa parte de la provincia de Alicante tiene un punto de tierra de nadie, después viene Murcia donde el paisaje no cambia demasiado, quizás más vides en Jumilla que tiene castillo en lo alto. No lo tiene Tobarra, ya Albacete, allá las casas son antiguas, qué bien que no las tiraron, hay rejas y persianas que me gustaría desenrollar y enrollar, hay dulces, poca gente por la calle, mucho silencio ahora que los tambores están guardados, aquí nació él y nunca sabré dónde. Si sabré de dónde sale ese olor de horno que llevo grabado como sé que en Albacete venden empanadillas y otras costumbres de tantos años. Luego albóndigas de primero y sabrosas morcillas en Sisante, esto es Cuenca, qué delicia viajar por este país y saltar las fronteras entre provincias para ver que la tierra no cambió de color y que somos más parecidos de lo que pensamos.
benidorm
El atardecer nos alcanzará en Alicante con vientos que agitan lo que se puede mover. Y nos dijeron de un helado de turrón que trae deliciosas sorpresas, y nos sentamos para ver el cante, la guitarra y el baile de un espectáculo flamenco que hace temblar el tablao.
ficus
Siempre hay cosas que ver al lado de donde llegan las olas que luego se retiran.
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Ahora dicen que hay trenes de borrascas, y tienen nombre a secas sin apellido, antes, hace años, simplemente llovía, más o menos.
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La luna que no anda, a veces miente y otras dice la verdad, también alumbra las aguas cuando le dejan hueco.
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El ficus que vino del otro lado del planeta, ese donde viven boca abajo, parece llorar ramas que le ayudan a sustentarse y a aferrarse para siempre a la tierra.
miércoles, 1 de noviembre de 2023
alicante.2
De mañana y tan cerca del cielo, justo encima, vemos los hilos blancos y deshilachados, la campana calla de momento y siempre es un gusto ver las palmeras que se recortan contra un fondo como en ese paseo de suelo con olas donde yo enseñaba mi brazo vendado.
línea
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La muerte de inocentes como costumbre sin que nadie pueda pararla (porque la nada no puede pararla, no existe o más bien es lo que espera a los muertos).
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Buscar entre líneas, respirar, acunar la cabeza en los brazos, ya llegó la noche, pronto, respirar, repetir la respiración para no olvidarla, repetir.
viernes, 27 de octubre de 2023
inmensa
El niño dice que cuando sea mayor hará, tendrá o será. Ella, ya mayor, en su silla dice “…porque hice algo mal”. Y la vida entre medias, inmensa en sus días y horas.
conciso
Esa es la vida que quiero, la de esos días de Septiembre.
A veces conciso o telegráfico, otras lleno de palabras que convierten el habla, la mía, en un vendaval de pensamientos. Otras mudo, silencioso, nada que decir, escuchando lo que suena en el mundo ajeno a mí.
fantasía
Fantasía e imaginación, crímenes y apariciones, relatos amenos. Completan el pequeño libro “Los dos estudiantes” e “Historia del demonio familiar del señor de Corasse“.
Las tumbas de saint-Denis y otros relatos. Alejandro Dumas. 1844 en adelante
hablar
noche
Muchas veces terminé de leer en los aviones, esta vez fue un ocho de Abril de 1998 en el aire que separa Barcelona de Vitoria. Uno de esos libros que se encontraban en las habitaciones de los hoteles NH, recopilación de textos del premio que convocaba la cadena hotelera.
Noche de relatos. 1997
documentales
delgado
Semblanza y biografía del campeón español, de aquel que ahora toma la palabra de aquella manera en la tele, siempre desde el lado amable y simpático.
Pedro Delgado, a golpe de pedal. Julián Redondo. 1995
alicante.1
Y en el cielo las estrellas de siempre, que yo no las conozco. Y pisamos, antes, la arena, de aquí para allá, en playa corta que siempre alberga los pensamientos o los juegos de alguien. Y aún antes se oyen gritos y se ven banderas, todo para apoyar al pueblo palestino que se desangra. Son pocos los asistentes, son más los que vemos, son infinitos los gritos.
ecuaciones
Mientras todo eso pasa el fraile sigue andando, haciendo camino, se va a encontrar de frente con el otoño que le azotará de frente en la cara con su viento y con su lluvia, espero que alguien le ofrezca cobijo y comida.
Mientras el fraile descansaba el hombre de ojos azules y la mujer que esperaba no necesitaban manos para estar juntos.
Y ahora me voy alejando despacito de este cuaderno, entre miradas que me interrogan, así que cierro los ojos para no ver y para solo sentir las lluvias que vendrán.
jueves, 26 de octubre de 2023
cuadernos
Continúo leyendo sus artículos o columnas, es un placer buscar a Valdano y seguir sus reflexiones sobre el deporte rey y tantas cosas más.
Los cuadernos de Valdano. Jorge Valdano. 1997.
inteligencia
Inteligencia artificial creada por nuestra naturaleza que ansía nuevos logros, el monstruo de siete o de infinitas cabezas no se nutre del aire y de lo que viaja por las ondas, se nutre de nuestra especie humana que todo lo crea y todo lo modela y todo lo alimenta con los datos que una vez ordenados, mezclados y revueltos serán presentados rápidamente en pantalla, todo es medida de nuestra capacidad de elevar las cotas del progreso tecnológico, de llegar a lo no inventado todavía, a lo increíble, encomiable sin duda. Las dudas llegarán, llegan, que si su buen uso o su buena utilización, o como mantener el equilibrio entre verdad y mentira, todo eso mientras las fuerzas de la otra naturaleza, no humana pero aturdida por el efecto humano, amenazan la simple existencia y el supuesto paraíso terrenal que tampoco es tal para millones de personas que tan solo quieren vivir y a los que a pesar de tanta inteligencia no somos capaces de alimentar en su eterna hambre.
martes, 24 de octubre de 2023
tuerca
Novela con componentes de terror y de locura, nada quedará claro, con los personajes del género rondando las páginas, son apariciones y niños y oscuridad en las escaleras. Bien tejida y con personajes definidos, ella, la protagonista, es estudiosa de la psicología de los otros, es decidida y salvadora; a veces lo incierto puede tanto como lo muy tangible.
Otra vuelta de tuerca. Henry James. 1898
caminos
Luna tan pequeña en la naturaleza inmensa, como la otra, redonda y minúscula. Los árboles parecen gigantes, las piedras montañas y los caminos, anchos como de mil carriles, podrían albergar cientos de lunas.
Mi mano se mueve a su ritmo, ella la que respira.
relatos
La mayoría han desaparecido de Google, o nunca estuvieron, y nunca sabremos si siguieron escribiendo. De algunos hay referencias, hay una profesora, una senadora, algún escritor sin renombre y la ganadora, Martha Rincón, ejerce en redes sociales. Su relato, Buenos Aires, 22 de Diciembre, tiene gancho y humor.
Tiempo de relatos. Primer premio universitario de relato corto, Booket. 2003
gineta
Estamos rodeados de molinos de viento, no de los que embestía don Quijote, dan vueltas sin nada que moler, rodeados de aguas que revientan las nubes, en la Mancha, de la Mancha, ¿donde están Dulcinea o Sancho?, seguro que cobijados del turbión o del chaparrón o de lo que sea esta furia.
Al pasar por la Gineta, yo hubiera puesto jota, lo primero que se ve son las ventanas abiertas y las camas sin hacer. Eso decia mi padre, y yo no lo olvido y busco las ventanas.
Y la tapia y los arboles y hasta un sol y una voz y luego las palabras que no dicen que la tapia es blanca.
jueves, 19 de octubre de 2023
gerardo
Acabé un libro que atravesó tardes de verano, varios de ellos, empezado y relegado, leído en tardes de estío que incitan a mecer las palabras al calor, a leerlas en alto o en susurros y a releerlas, un ejemplo, “Ella”, escrito en 1918 y publicado dos años más tarde.
Antología poética. Gerardo Diego. 1998
miércoles, 18 de octubre de 2023
hastío
Todo parte de las guerras televisadas que producen hastío por lo reiterado, por la grandilocuencia de las palabras, por la esmirriada humanidad que nos desborda y nos deja sentados cambiando de canal, todo para acabar en indiferencia o vomitando, pensando si somos espectadores o mentiras con piernas.
senda
En Septiembre de 1839 Aviraneta intriga para terminar la guerra en Cataluña después del abrazo de Vergara que la acabó en el Norte. La junta de Berga se revuelve contra el Conde de España y finalmente es destituido por el pretendiente al trono. El Conde, desconocedor de la noticia, acude a la reunión de la Junta donde es detenido. Se inicia entonces la senda dolorosa que terminará el dos de noviembre. Mientras, la vida sigue en Berga con Hugo y Susana haciendo planes, lo demás son despedidas.
La senda dolorosa. Pío Baroja. 1928
domingo, 15 de octubre de 2023
perdida
Luna perdida en la tarde que precede a la noche que traerá una luna que no blanqueará la negrura, Luna que vuelve, con otros, a lo lejos, andando, atada, que me mira y reconoce, encontrada (ella no sabe cómo late el corazón) y alborotada.
Luna que si recuerda no lo dice, que nada pasó.
viernes, 13 de octubre de 2023
enigma
Hugo y Max, inglés y francés, se aventuran a entrar en España por la frontera catalana después de atravesar Francia. Corre el año 1838 y quieren conocer al Conde de España o Carlos de España, que comanda las tropas carlistas en Cataluña. Allí Max se enrolará y Hugo toma notas sobre la vida en Berga y todo lo que rodea a la figura del Conde al cual llegará a conocer más cercanamente, al despiadado a veces, dicen que loco; le llegan ecos de su forma de mandar, de las bárbaras ejecuciones, de sus decisiones imprevistas; también está la vida de espera y alguna batalla.
Humano enigma. Pío Baroja. 1928
ridículo
miércoles, 11 de octubre de 2023
tantas
Tras tantos años y tantas reuniones al más alto nivel llenas de buenas palabras y de malas, hasta de gritos, a veces de acuerdos, y tras tantas guerras y barbarie y terror y condenas y más buenas palabras y promesas y más inocentes sin futuro y más inocentes sin vida, que no haya todavía un estado Palestino es una de esas vergüenzas del mundo digno y civilizado (indigno de llamarse así) que los que mandan generación tras generación esconden bien debajo de la alfombra y que los mandados vemos de vez en cuando en imágenes de televisión que apagamos antes de irnos a dormir.
publicidad
Que el fútbol ha cambiado es un hecho, en Mendizorroza, campo del Alavés, la publicidad de antaño eran vallas estáticas que anunciaban comercios locales o talleres de los que olvidé el nombre. Hoy en día la publicidad cambia constantemente, en película sin fin, y pasa por múltiples anunciantes, aparte de aquella que dice visite Arabia Saudí. Seguro que está lleno de atractivos ese país que utiliza el fútbol para limpiar y blanquear su realidad de derechos humanos elementales no respetados. No sé si muy adecuada para la pequeña ciudad, entiendo que dirigida a los posibles turistas del mundo entero y globalizado que ve fútbol en televisión y que no conozcan el significado de la palabra escrúpulo.
martes, 10 de octubre de 2023
rauda
domingo, 8 de octubre de 2023
mascaradas
Paco Maluenda relata historias que suceden al final de la primera guerra carlista, antes y después del abrazo de Vergara. Las hay de crímenes por despecho y de bandas que se dedican al pillaje para no acabar la guerra en la miseria. Luego aparecen Chipiteguy, Alvarito, Manon y también las maquinaciones de Aviraneta para escindir a los carlistas. Tras el abrazo viene la descomposición en sus filas y el exilio. El resto de protagonistas van cumpliendo años.
Las mascaradas sangrientas. Pío Baroja. 1927
viernes, 6 de octubre de 2023
futuro
A mi edad el futuro se encoge cada día, yo deseando la expansión, y él, tozudo y terco, erre que erre.
Esperar o comérselo, devorarlo o sentarse y abrir los ojos, o todo junto y a la vez.
lunes, 2 de octubre de 2023
mujeres
Pequeño libro con narraciones donde las mujeres son protagonistas. Hay adulterios, también ansias de libertad y de romper el cerco familiar; interesantes, para reflexionar sobre las relaciones de pareja y la educación de los hijos.
Siete cuentos misóginos. Patricia Highsmith. 1975
lápiz
Aquel día en la residencia ella pintaba sin parar, moviendo el lápiz de color de aquí para allá. A su lado una persona observándola, sin hablar ella, sin hablar él. Probablemente ella nunca rellenó huecos con colores en su vida anterior ni se le pasó por la cabeza que podría hacerlo alguna vez.
domingo, 1 de octubre de 2023
Salerno.3
Vamos acabando, Vietri sul mare está a escasos kilómetros de Salerno, pueblo que fabrica y vende cerámica, que decora las calles con ella, que tiene su playa, que nos mojamos los pies en ese mar quieto. Callejuelas y vistas bonitas, más callejuelas, más cerámicas, más subir y bajar, tren de vuelta, comer y descansar, en el paseo pican los mosquitos pero la música está por encima de eso, ella sentada, él de pie, el mar detrás, una conversación que llega, si te tuviera que contar todo no acabaría, yo me voy mañana dice ella, el intercambio de vidas. Y el músico que canta, a lo suyo, lo hace bien, y entona “Have you ever seen the rain”, y yo digo que sí, que he visto tanto que a veces me olvido y no puedo contarlo. Luego una noche, otro tren, un andador solitario empujado por un anciano, empiezo a pensar que los mayores no salen por la falta de ascensores, Nápoles sigue ahí, el aeropuerto es de antaño, sin fingers, de escaleras, esperamos, vemos aviones que suben y bajan, seguimos esperando y seguimos volando.
sonrisa
Salerno.2
En Salerno empezaron las clases, los niños mueven la mañana con su anarquía. En tren a Paestum, como siempre muchos viajeros a bordo y en los andenes, el altavoz de los móviles se puede regular, algunos no lo saben, la libreta dónde escribo se está rompiendo, ahora música, luego palabras. Fue Paestum ciudad griega, luego romana, imponentes los tres templos, Neptuno, Hera y Atenea, ahí todavía plantados a pesar de la erosión, hay ruinas de casas con piscina, esto es el paraíso de las lagartijas y de una mariposa aislada, se excava y se quita tierra con cepillos, a pleno sol, me gustaría encontrar cosas como las que se encuentran tras días y días de trabajo. El museo de la ciudad alberga tumbas de guerreros con pinturas, como el de ese nadador que se lanza sin saber si encontrará el agua o el más allá. Hay vasijas, objetos y casco de guerrero que presenta tantos cuernos como batallas a las que sobrevivió. Esperamos a a un autobús que parece no llegar nunca, viajamos gratis gracias al conductor durante once kilómetros y bajamos en Agropoli donde comemos bien con vistas al mar, debajo una playa estrecha y larga sin salvamento y con gente que toma el sol. De nuevo al tren, estamos cansados. Paseamos de nuevo al borde del agua, en Salerno la vida se repite, no suena el tango pero hay horizontes donde perder la mirada y luces que caen al mar. Y ahora me pregunto quién era el joven moreno de Paestum, de cabellos abundante, de ojos oscuros que parecen huir, de cuerpo delgado, solo, con un libro de la ciudad, dentro y fuera, quiero pensar que era un guía sin gente a la que guiar, quiero creer que alguien más lo vio.
sábado, 30 de septiembre de 2023
sueños
Le conocí hace muchos años cuando yo tenia doce, recién llegado a España, al Alavés, vivía cerca de mi casa, jugaba al fútbol. La wikipedia lo define como conferencista, creo que no es exacto, aseguro que es más que eso. La vida de Jorge Valdano contada.
Valdano, sueños de fútbol. Carmelo Martin. 1994.
salerno.costa amalfitana
Es lunes y será lunes todo el día, desde el muelle el día es brillante y hay mucha gente embarcando. Vamos en cubierta, precioso el trayecto hasta Positano con parada intermedia en Amalfi. Fotos y más fotos de la costa, de pequeños pueblos, del pueblo que sube sobre las rocas y que pinta de colores sus casas. Positano es turismo en tiendas y restaurantes, es playa con sombrillas alineadas y muy caras. Una catedral y una llamada de teléfono que trae malas noticias y ensombrece el día. Mala e irremediable, algo que no debería pasar, que pasó ayer, que las noticias a veces llevan retraso, que vivimos sin saber, y el dolor de la madre se me antoja desgarrador. Un poco de silencio.
A Amalfi en barco porque la carretera está cortada y el autobús no trabaja hoy. Más de todo, subir a Ravello implica pegarse con otros tantos turistas, la nula organización de una simple cola para tomar un autobús lleva a escenas surrealistas impropias de ciudadanos de países civilizados, abandonamos la visita,¿qué estamos haciendo?.
Andar, comer y volver a andar, y volver a ver cosas, la catedral, el claustro, la basílica del crucifijo, una cripta con restos de San Andrés y el museo diocesano. Calles atestadas,se venden limones y derivados.
Subiremos al cementerio municipal, sudando, las escaleras no son infinitas pero lo parecen. El mejor banco de Amalfi nos sirve un mar que no acaba, volver casi de noche y oír y ver el tango que trae palabras y lamentos con figuras rectas que se acercan y se mueven bajo las estrellas.
paredes
Fue la súper luna azul y yo la vi como siempre, grande y blanca, o no miré bien o no supe lo que tenía que mirar.
Cerrar los ojos y vivir sin prisa oliendo a tierra mojada cuando se abren los cielos.
Las paredes son transparentes y las conversaciones ajenas me causan desasosiego, será que la mente de algunas personas se ancló, o mejor decir que fue el espíritu, o mejor decir que algo quedó varado, y ese huir no parece la solución pero la desesperación no entiende de razones. Mejor pensar que siempre hay tiempo.
Hay gentes que todavía escuchan la radio y yo la oigo hoy lejana como en aquellos días en que se colaba por las paredes o por las ventanas abiertas que daban al patio; allí, sentado en palco, podías seguir la vida y milagros del mundo más cercano.
salerno.1
Nos despedimos de Marco, siempre amable y dispuesto a ayudar. A pesar de ser domingo hay tanto tráfico como un día cualquiera y los pitidos no paran. Garibaldi es un hervidero de gente que viaja. Por fuera el tren Intercity 551 parece de los años 80, por dentro es cómodo, moderno y tiene aire. La gente tose y estornuda, vamos normalizando la vida. El sol sigue, el cielo también, la tierra no se movió, los árboles son verdes, la gente habla en italiano, pareciera que cantaran, y multitud de palmeras a ambos lados. Salerno nos recibe con calor y también nos recibe Enza en perfecto castellano, es lo que tiene un Erasmus en Cádiz y las ganas de conocer un país, nos dice qué hacer y vemos el mar desde la ventana. Se cumplen ochenta años del desembarco aliado en esta costa de Salerno, era Septiembre de 1943, los primeros días.
Es hora de comer, Il Gozzo es un restaurante que hace honor a su nombre, lugar para disfrutar de los sentidos. A esas horas de la sobremesa la ciudad parece dormir, no hay gente, eso cambiará después. En la Catedral una preciosa cripta alberga los restos de San Mateo evangelista y un mensaje, Salerno es mía, yo la defiendo. Todos los hechos principales de la vida de Jesús están allí representados excepto su muerte. Un mármol con dibujos floridos completa el conjunto donde también reposa Gregorio VII. A destacar los púlpitos grandes y diferentes. En la parte más vieja aparece la ropa tendida, el contraste, la calle estrecha y el palacio abandonado que cobija a gente. Frases y poesía y dibujos por las calles, dice Italo Calvino, “Caminar presupone que a cada paso el mundo cambia en algunos de sus aspectos y también que algo cambia en nosotros”, lo suscribo y caminamos para descubrir luego dónde va la gente de Salerno y no es otro sitio que al paseo marítimo, largo, amplio, agradable, mar a la vista con barcos y aguas, con espacios de sobra para sentarse y con luces que ponen el entorno apropiado para escuchar “Smile”, ella canta y su perro parece escucharla.
viernes, 29 de septiembre de 2023
revolución
Le vi hace muchos años en el salón de actos del colegio de médicos de Madrid. Estaba el entonces príncipe y una pianista que amenizó la velada. Vicente Ferrer acaparó todo el protagonismo, con palabra sosegada y calmada, desglosando su proyecto, sin más, sin menos. Del libro se puede decir que le deja a uno sin palabras, sin comentarios, simplemente que alguien recoja el testigo.
Vicente Ferrer, la revolución silenciosa. Alberto Oliveras. 2000.
Nápoles.6
Más de tres horas y media de visita en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles (MANN). Fantásticas colecciones de escultura griega y romana, más todo lo proveniente de Pompeya y Herculano en forma de escultura también, mosaicos, frescos y objetos cotidianos. Se añade el gabinete secreto que recopila arte con motivos eróticos y la colección Magna Grecia que hace referencia al territorio ocupado por los griegos en el sur de Italia, allí pisamos suelos y mosaicos de entonces con protectores en los zapatos. Y de postre exposición temporal sobre Picasso y Nápoles que recoge varias obras del artista. Tenía razón la guía de Pompeya de que era el complemento ideal para aquella visita y un imprescindible en la ciudad para los amantes del arte. Después de comer bien volvemos a andar, esta vez con destino Chiaia, otro barrio distinto que le ha dado otros aires a lo antiguo, dando otro color a las tiendas y a los restaurantes. Y parte de Chiaia es Mergellina, zona que mira al mar desde cafeterías y heladerías con barquitos y yates anclados, con pequeñas playas en clubs que parecen de pago, de arena oscura y donde los usuarios empiezan a recoger. Honrarás a tu padre y a tu madre dicen los carteles pegados por la zona, palabras de evangelista, desde el muelle hablo y desde el muelle callo con un escalofrío y otro temblor que no me dejan sentir los otros temblores que se repiten cada día. Vivir sin saber qué pasará, siempre es lo mismo, estés o no estés en zona sísmica. Se oye italiano y no se entiende y mirando al mapa descubrimos que hemos pateado gran parte de esta ciudad y hasta empezamos a comprender algunas cosas. Sólo pido que se repitan los días y que el señor de la India venda sus flores (rosas rojas) y que si tiene bambinos les pueda dar de comer. Es sábado por la noche y jóvenes de todas las edades se dan cita en la plaza de Dante, se sientan en terrazas y hablan, algunas van en moto, hasta tres, sin casco, otras familias llevan al niño en medio, en fin, maneras de vivir. Quizás estamos los turistas invadiendo espacios, hay carteles que dicen que hay que limitar la llegada de personas, creo que tienen razón, que hay que lograr el equilibrio, el tiempo lo dirá. Dormimos en el apartamento que comparte pared con la iglesia de Sant'Aniello a Caponapoli, abre los domingos solamente, ya se restauró tras los bombardeos después de tantos años, no sabremos si las plegarias traspasan las paredes.
cuentos
Colección de cuentos o pequeños relatos, de autoras todas ellas mujeres, algunos extraños, irreales, otros reales sin más, preciso y triste e inacabado “Vino de lejos”, de Carmen Kurtz. También “Rosamunda” de Carmen Laforet destaca dejando esa impresión de que podría seguir. Me gusta “Muy contento” de Ana María Matute y también el angustioso relato de Concha Alós titulado “La otra bestia”.
Cuentos de este siglo. 30 narradoras españolas contemporáneas. 1995
jueves, 28 de septiembre de 2023
Nápoles.5
Nicola, el portero del edificio, viendo la vida pasar, sentado, saluda. La música, ¿donde estaba?, y de repente se oye, ha vuelto, la música callejera que llama y hace pararse estaba aquí, escondida en estas calles para alegrar la mañana. Mala organización en Nápoles Subterránea. Creo que algunos italianos tienen un problema a la hora de organizar las colas y es algo tan simple como colocar unas cintas que permitan definir filas y disuadir a los listillos. Ya dentro tras bajar las escaleras vemos los restos de un acueducto romano y nos adentramos en galerías y túneles estrechos sin luz donde la linterna del móvil es imprescindible, no apto para claustrofóbicos. Estas mismas estancias, en su lado más amplio, fueron utilizadas como refugio antiaéreo en la Segunda Guerra Mundial por miles de personas, fue Nápoles la segunda ciudad más bombardeada, tanto por los aliados como por los nazis. Se conservan un par de bombas que no explotaron, ahora desactivadas, algunos restos de armamento y trajes de la época, así como objetos que dejaron los aquí alojados. Ya fuera veremos también algún resto de un teatro romano en lo que más parece un decorado de cine donde nos cuentan rodó Vittorio de Sica la película El oro de Nápoles con Sofia Loren, no napolitana de nacimiento pero que pasó una buena parte de su infancia y adolescencia en Pozzuoli, pueblo cercano que se encuentra en la zona de los campos Flégreos o cadena volcánica que deja numerosas fuentes hidrotermales. A propósito, nos cuenta Luis, paraguayo, que la tarde anterior hubo un terremoto de 3,8 que mucha gente notó y que nosotros no percibimos.
Comemos en Pignasecca, comida callejera en mercado animado, nuevamente colas inmensas para comprar unos paninis, perplejidad en aumento. Tomamos un nuevo medio de transporte, funicular que nos lleva al barrio de Vomero, allí donde se inició la insurrección armada del pueblo napolitano contra la ocupación alemana el 27 de septiembre de 1943 en lo que se conoce como los cuatro días de Nápoles. El 1 de Octubre entraban los aliados en la ciudad. Vomero es otro Nápoles, diferente al que queda abajo. Otras casas, otras calles, otras gentes, todo limpio, tiendas caras, cafeterías, terrazas, escaso turismo; nos acercamos al mirador que se encuentra bajo el castillo de San Elmo. Buenas vistas pero incomparables con las que ofrece el castillo en su punto más alto. De anchos muros y gran altura, una auténtica mole construida en parte con la toba volcánica amarilla típica de Nápoles, albergó en la antigüedad torres de vigilancia y diferentes fortificaciones. Carlos V lo mandó reconstruir en 1537 siendo el arquitecto valenciano Pedro Luis Escrivá el encargado de la obra. Ascendemos por rampa sin escaleras y recorremos el perímetro alrededor del patio de armas que ofrece una visión de 360 grados espectacular. El golfo de Nápoles, la ciudad, el Vesubio, todo se ve y se defiende desde aquella altura, muchas cosas se reconocen y los paneles explicativos nos enseñan después de tantos años el origen de la palabra oriente (del latín orior, nacer) u occidente (occido, matar). En el patio merece la pena visitar el museo Novecento a Napoli con obra escultórica y pictórica realizada en el XX por artistas napolitanos o activos en la ciudad, muy interesante.
Ese barrio tiene también un bonito y pequeño parque, La Floridiana, que merece un paseo, con mirador a la bahía y con abundancia de tortugas en un estanque, unas ocultas, otras con la cabeza en posición levantada, inmóviles. Las calles se van llenando, desde un banco vemos la vida pasar y aparecen un par de personas mayores con cuidadoras, y aparecen ellas con bonitos vestidos y buenos bolsos, y los invitados a la boda echan arroz a los novios que acaban de dejar de serlo. Tras bajar del funicular y cenar la música se adueña de las calles.