sábado, 15 de junio de 2024

galicia.2024.3

La prudencia en el mar es vital y lo contrario causó que tres policías perecieran en el salvamento de un joven estudiante de Erasmus, fue hace doce años en la playa de Orzán y una escultura les recuerda. No hay nada que pare a la naturaleza que parece tranquila y hasta frágil a esta hora de la mañana del domingo. Compramos las empanadas de Sonia, recomendadas, el puesto es de otro tiempo (están buenas), hay gente que desayuna sola y otros que buscan compañía y un poco de charla en los bancos públicos, todo por compartir algo. En la Fundación Barrié hay cuadros del barroco veneciano y obras del pintor local Francisco Llorens, discípulo de Sorolla, y en la casa museo Picasso, allí vivió cuatro años de su infancia, hay unas habitaciones que quieren mostrar cómo podría ser la vivienda familiar y reproducciones de algunos de sus primeros trabajos. 
La tortilla de Betanzos en Betanzos es excelente, hay casas que parecen caerse y que se caerán. Paseamos la playa grande de Miño que espera que suba la marea o baje, hay rumor de ello. La arena tiene conchas, restos y piedras que pudieran ser las de la creación. Tomamos café en La Terraza de Sada, lleva desde 1923 en pie, necesita una reforma que nadie parece querer abordar, un edificio singular, bonito, que merece un esfuerzo. Ya de vuelta en A Coruña vemos los cuadros del pintor gallego Peteiro, fallecido joven, con 53 años, hace más de una década. Cuadros coloridos, con identidad propia, otra forma de pintar la realidad que los más pequeños y los adultos pueden disfrutar. Hay más cosas, mucho pie delante y detrás, y una puesta de sol fallida, la última bruma cegó al sol.

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