Siguen las protagonistas de la anterior novela. Pepita y Soledad salen de Viena en un tren y conocen gente que les acompañarán en su estancia en Munich. Las desavenencias de Pepita con su marido han trastocado las vacaciones. En Suiza se reencuentran con su primo Larrañaga. Muchas e interesantes conversaciones. Frases para la reflexión como la que sigue, “el resto de la humanidad será la manada de gentes estúpidas y vulgares a quién se conducirá como un rebaño”. Y reproches mutuos por lo que no fue entre Pepita y Larrañaga, y luego París. Y él no quiere ver lo que ocultan las ventanas.
Las veleidades de la fortuna. Pío Baroja. 1926
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