londres-3

Domingo de nubes. Se prepara el café en una iglesia, dicen que el mejor de la ciudad. También se prepara la ceremonia, o el servicio. Dicen que se trata de la comunidad Moot, ofrecen también reflexión y yoga. Los asiáticos se hacen fotos de boda en los parques. Entramos en zona de rascacielos, acabados y en construcción. Fotos de cristales y reflejos, esculturas que adornan la ciudad. Otra iglesia también se prepara, Santa Helena, música, café y buenas vibraciones. Nos acercamos a un rastro de ropa, prendas desde dos libras en adelante. Mucho colorido en la ropa de ellas, vestidos africanos, y más normalidad en la de hombres. Lo que podemos encontrar más o menos en nuestras calles. Luego otro mercado, este cubierto, con diseño, artesanía, ropa y comida. Compramos algo y tomamos metro a Hyde Park. Picnic rápido, el viento sopla. Praderas un poco mustias, pero praderas. En la esquina se habla y se discute con religiones por medio. El acaloramiento lo podrían sofocar en una de esas hamacas donde se hunde el cuerpo y el alma. Algunas gotas. Los músicos, veteranos, se preparan para concierto en templete, vestidos para la ocasión. Se comen los helados como si fuera verano, que lo es, a medias. Tocan Under the boardwalk, homenaje a los Drifters. Hay lago, barcas, más música, árboles y familias que pasan el domingo, jugando o descansando. Visita a Harrods y su lujo. Ellas con pelo tapado, guapas y elegantes, con ojos que resaltan en una piel limpia y maquillada. Trajes largos esconden el resto. ¿Quiénes son? Muffin a tres euros, escaleras decoradas y artículos inalcanzables. Mucha gente. También en el palacio de la reina. Más parques, el Regent y el Sant James, con sus árboles y su único puente, hacemos foto, después de 26 años. Después de más pasear, de más rincones, es hora de cenar, esta vez en turco, todo rico. A la salida suena la guitarra y él canta In my life. Que más se puede pedir.