Son mas de 1000 páginas y lleva su
tiempo, temporadas, meses, a salto de mata. El volumen reúne prosa, críticas,
cartas, sus notas sobre personajes públicos,…todo de mano y letra del gran
poeta. Esta es su definición: “Un poeta no es sino un hombre descontento que trastorna
el mundo a su antojo…”. El lenguaje excelso, vocabulario desconocido, difícil
de entender a veces, me pierdo en su poesía hecha prosa. Porque aunque él afirme:
“Porque no se trata de decir cosas chocantes…, sino de decir la verdad
sencillamente, la mayor verdad, y del modo más claro posible y más directo” (3-mayo-1916),
esa verdad se puede decir de muchas formas y a veces con palabras de un
diccionario desconocido. “Una tarde hice unos versos”, así empieza la
antología. Y así paso a paso leo a través de los años y llego a Platero y yo,
donde JRJ define la infancia como el periodo donde “Se mira todo y no se ve”, delicioso
el texto, que transmite serenidad y paz. También habla de España, de una que
sea trabajada por todos, sin charlatanerías. Y acierta con su descripción de
esos españoles diferentes que “no se contentaron con el solar y la raza”. Resulta
sublime la lánguida imagen que refleja de una cuadrilla de toreros a la que
nadie sigue camino de la plaza. Y me encanta ese texto llamado “el techo” donde
describe su “Sanatorio del retraído”, y duele la inmensa pena que siente en “Mi
padre”. Para acabar, lean su emotiva despedida al compositor Enrique Granados
desaparecido en el agua tras el torpedeo del barco en que viajaba en el canal
de la Mancha, 1916. No defrauda JRJ, ni mucho menos.
Macarrones con salsa de pistacho
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Cocer la pasta durante 10 minutos y mientras tanto preparar la salsa de la
siguiente manera: Pochar un calabacín mediano cortado en trozos con piel.
Pelar ...
Hace 5 meses
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