sábado, 11 de enero de 2025

semáforos

Ando y veo y espero en los semáforos a que el muñeco cambie de color, reconozco que a veces no lo hago, pero estaré como una estatua si hay un niño de la mano de sus padres, estaré esperando para cruzar juntos, no sin antes mirar dos veces no vaya a ser que algún energúmeno haya decidido acelerar en el ámbar o incluso en el rojo. Por eso es triste decir que a veces es más seguro cruzar indebidamente tras ver que no viene ningún automóvil. Ese saltarse los semáforos lo veo cada día, cuidado con los que son de bajada para coches, ese recuerdo de Monza o Jarama altera cerebros, todo para pararse en el siguiente rojo, todo para quemar un poco más de gasolina, les sobra el dinero aparte de otras cosas, les falta tiempo y les sobra prisa. Les insulto, no me oyen. Lo escribo, no me leen.

No hay comentarios: