El libro de memorias se desvanece dentro de mí, y es que olvidé lo que sentí aquel día y aquel otro.
Pinto en negro y dejo de pintar como si nada pasara y pasa de todo, es increíble, todo es increíble, hasta el miedo o el vértigo que aparece tras el punto de inflexión que deja un destino incierto.
Todo lo visto lo he vivido o lo viví.
Llueve como aquellos días de otoño, las calles son las mismas, las baldosas habrán cambiado y las personas se han ido.
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