domingo, 4 de agosto de 2024

parar

Todo debería parar ante la guerra pero estamos ya tan acostumbrados a que nunca pare nada que las noticias escogidas pasan de la muerte a la alegría olímpica, de la matanza a las medallas y a la emoción de la música y del fuego que arde en el pebetero. Nada cambia, ni siquiera la lluvia que siempre cae hacia abajo y siempre moja. 

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