galicia.2024.2

Los pasos en el vacío, no se acumulan, el aire se mueve como siempre, sin sentido, no hay pronóstico posible. El camino que sale a la izquierda, al lado del mar, mirando de frente al agua, se pasea más rápido o más lento, el monte de San Pedro se asciende, hay batería defensiva o atacante en desuso, inmensos cañones que alguna vez se dispararon. Hoy la instalación militar es un parque con inmensas vistas de la península que corona la torre de Hércules.

Después vemos a los trabajadores y trabajadoras de Inditex que protestan. La empresa admirada parece que tiene sus cosas y discrimina al personal de tiendas en oposición al de la sede central. Que consigan lo que quieren y que se alabe lo que es justo y se critique más lo que no lo es, sin que nos nublen los ojos las medias verdades oficiales. Pinto a alguien sentado en un banco invisible mientras otra persona grita una vida por teléfono, son pausas a la sombra o al sol y sombra sin copa. Comemos en altura de balcón y hacemos un free tour muy interesante, un par de horas donde nos cuentan que los escarabajos atacan las palmeras y estas se defienden con sonidos que no nos llegan, también nos hablan del palco de la música, de los kioskos modernistas o de las galerías que hacen la ciudad de cristal. Aparece Isabel Zendal y la vacuna de la viruela, también Emilia Pardo Bazán o Picasso, y una bonita o preciosa historia de amor, la de Elisa y Marcela que engañaron a todos y se casaron en San Jorge, luego se marcharon, luego se perdieron en la historia, Coixet las llevó al cine. Más asientos para ver cómo trotan los caballitos sin tocar el suelo y para finalizar un poquito o un mucho de emoción con Rozalén, tanta que las lágrimas están ahí.