Los hombres grandes, casi hechos, soldados sin letras, lloraban de emoción al poder leer las cartas o al poder escribirlas, mezcla de fondo y forma. Lo cuenta él, emocionado con esa cercanía que da el recuerdo en su memoria.
Si los pájaros se fueron y no han vuelto deberíamos abrir una investigación. Para saber el por qué, para llegar al conocimiento y acumular esa avalancha de datos que luego se olvidarán.
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