Mis zapatos se limpian o al menos se mojan en el paseo matutino, cubiertos por lluvia que no cesa de caer del cielo en calles casi desiertas de una ciudad que no quiere despertar o que está recogida tras los cristales como ese niño pequeño y rubio que veo preguntándose que qué pasa ahí afuera. Espero que su padre, que no es rubio, a quien atisbo brevemente, le diga que hace un día precioso, inolvidable.
Más Lisboa y alrededores
-
LUGARES QUE HEMOS DESCUBIERTO
*QUÉ COMER*
Lisboa está llena de lugares donde tomar un café y degustar uno de sus
dulces, por ejemplo en *A Padaria Port...
Hace 1 mes
No hay comentarios:
Publicar un comentario