Eran grises contra azules, casacas o
guerreras, a caballo o a pie, entre humos de cañonazos o a sable limpio, guerra
intestina la de secesión americana, ellos la llaman también su guerra civil. Eran
confederados contra federales, los secesionistas contra los unionistas. Cuando
era pequeño habitaban mis suelos y mi cabeza. Soldaditos de plástico en lucha
final y películas de domingo tarde en sesión doble. El libro llevaba escondido
tiempo en los armarios, la edición es del 75, escrito a finales del siglo XIX
por el soldado Bellard, inglés emigrado a los Estados Unidos. No sólo cuenta,
también dibuja, y en color o en blanco y negro traza recuerdos y escenas de
sangre y cotidianeidad. Relata la guerra como una aventura sin estridencias, con
la muerte que ronda pero sin perder el nervio ni la templanza. No existe la
opinión o casi, es relato de hechos, vida en marcha entre lluvia, barro y sol.
Campamento que se crea y se levanta. Es herido en una pierna y queda
imposibilitado para el combate. Así termina sus años de servicios en el cuerpo
de veteranos heridos de guerra. Veterano en batallas que no en edad. El relato
es ameno y feliz en su término para él, y pleno de verosimilitud por mor de los
lápices de múltiples colores.
Gone for a soldier. The civil war memoirs of private Alfred Bellard
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