miércoles, 30 de junio de 2010

cielo

Es la primera vez que vuelo desde que murió mi padre y no le encuentro en el cielo, por lo menos en esta parte del cielo. Quizás las nubes esconden a las almas, no lo creo, estas nubes, como todas, son pasajeras, acaban diluyéndose, descargando su contenido sobre todos. El cielo es azul, sólo, sin escondites, sin escondrijos, sin laberintos que escondan almas y jueguen con los puntuales observadores, mirones tras unas ventanillas que separan la muerte de la vida.

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